martes, 12 de abril de 2016

EL hombre de la piel de oso


Hola de nuevo Soletes, el cuento que vamos a trabajar en el segundo bloque de la asignatura de literatura  es: El hombre de la piel de oso. 

He adaptado el cuento a la edad de 4 a 5 años. Debemos de centrarnos en la etapa de Educación Infantil y creo que según mi adaptación está más conseguida para trabajarla en la segunda etapa del ciclo, el vocabulario también lo intento adaptar a esta edad, ya que es más amplio que en el primer ciclo de infantil.

En todo momento seguí el tema principal del cuento intentando no cambiar los elementos más importantes. Sigue el mismo desarrollo de introducción, nudo y desenlace

He quitado el tema de la religión del cuento, puesto que hoy en día este tema no es como antiguamente. En el aula nos podemos encontrar con niños de diferentes religiones y otros que no son de ninguna. Por eso he  eliminado esta característica de la historia. El demonio en este cuento folclórico es un duende.

La duración del cuento, he simplificado y omitido ciertas partes que creía que no eran tan importantes ya que es difícil también tener atentos a una clase durante mucho tiempo. Creo que en la edad de 4 a 5 años, el tiempo de la narración de esta historia es adecuado. Siempre existe la opción de meter más detalles en narración o menos dependiendo de cómo veamos a los niños de nuestra aula.

En todo cuento de niños, los personajes tienen nombres. 
-          Protagonista: Miguel.
-          Duende: Rufis.
-          Padre de las chicas :Tomás.
-          Hijas: Lorena, Andrea y Silvia.


El hombre de la piel de oso


Había una vez un chico llamado Miguel, que volvía a casa después de muchos años de guerra. Al llegar, estaban sus padres, se encontraban muy tristes ya que no tenían dinero para nada, así que Miguel decidió ir a buscar trabajo por el pueblo y alrededores, para poder ayudar a sus padres.


Después de mucho andar y buscar durante muchos días y muchos pueblos recorridos, ya estaba muy cansado, así que decidió pararse a descansar en la sombra de un árbol, empezó a oír unos ruidos extraños, muy extraños y de repente se le acerco una persona muy alegre, saltando, riendo y un poco travieso. Lo primero que vio de él, era unas botas moradas y grandes, unos pantalones amarillos, una camiseta verde y un abrigo de piel de oso muy muy feo. Cuando vio la cara se asustó, porque nunca había visto una persona así, tenía una sonrisa muy grande y unas orejas puntiagudas y muy grandes.


El duende le dijo a Miguel:

-Hola me llamo Rufis, tú te crees un gran guerrero por haber estado en la guerra, pero ¿realmente eres valiente?-

Miguel contestó: -Claro que soy un joven valiente, porque he luchado muchos años en la guerra. Pero ahora busco trabajo para ayudar a mis padres. No tienen trabajo, ni nada que comer… ¿Podrías ayudarme?-

Rufis se quedo pensando. - Hagamos un trato. Debes llevar mi abrigo de piel de oso y de sus bolsillos siempre que quieras sacarás dinero y así podrás ayudar a tu familia o a quien quieras y así nunca más tendrás problemas de dinero. -

Miguel se puso muy contento y comenzó a saltar y a reír de alegría. - ¡Claro que sí! –Pero no sera fácil Miguel. Rufis tenía tres duras condiciones:

La primera condición, tenía que estar cuatro años cambiando de pueblo cada semana, a Miguel esto no le sería difícil ya que había estado muchos años en la guerra sin ver a su familia y estaba acostumbrado a la soledad.

La segunda condición era que no podía lavarse, pero pensó que en la guerra tampoco había podido lavarse.

Y por último… Se volverían a encontrar en cuatro años en el mismo árbol y si no cumplía alguno de sus requisitos. Miguel sería su esclavo y haría lo que Rufis quisiese toda su vida.

Miguel se lo pensó un rato… Era muy dificil, pero él era un gran guerrero y no tenía miedo, era muy fuerte y valiente, y así nunca más ni él ni su familia pasaría hambre ni serían pobres.

Miguel se colocó el abrigo de piel de oso y se despidió de Rufis, que desapareció por arte de magia. Regresó a su casa donde estaban sus padres, al verle se pusieron muy contentos, así que metió la mano en el bolsillo una y otra vez, sacando muchas monedas. Su familia no tendría problemas de dinero nunca más, con el dinero que les dio su hijo.
Caminando por los pueblos encontró una preciosa casa, que era muy grande y decidió comprarla y llenarla de dinero. Sólo tenía que recorrer durante cuatro años muchos pueblos y no lavarse para volver a su preciosa casa.

A la semana, cambió de pueblo. Miguel empezó  a oler muy mal… A los seis meses, la gente no se acercaba a él, por su olor, sobre todo con tanta suciedad en la cara y manos y con la piel de oso parecía un monstruo.

Pero Miguel como era muy una buena persona y le gustaba ayudar a todo el mundo. Cada vez que alguien que no le tenían miedo y se acercaban a él y le ayudaban  dándole comida para poder comer y vivir.  Metía la mano en el bolsillo y le daba unos puñados de monedas.

Pasaron tres años… y Miguel olía muy mal, ya no parecía ni humano, tenía la barba muy larga, la cara y las manos negras, sus uñas parecían garras negras… ¡Era igual que un oso! La gente de los pueblos, le trataba muy mal por su aspecto y por su mal olor. Cuando llegaba a un pueblo nuevo alguien le ayudaba, Miguel metía la mano en su bolsillo y les daban unos  puñados de monedas.

Pasaron unos meses.  Y en un pueblecito muy pequeño, con muy pocos habitantes, se  encontró un hombre muy pobre que le ayudo. Miguel, metió la mano en su bolsillo y saco unos puñados de monedas y se las dio al buen hombre, que por cierto se llamaba Tomás.

Tomás invitó a Miguel a su casa. Quería que pasase tiempo en su casa con él y su familia para agradecerle lo bueno que había sido con él y Miguel le dijo que solo podía una semana. 

Cuando entraron en la casa del buen hombre que le había ayudado dándole cobijo y alimentos, estaban sus tres hijas Lorena, Andrea y la más pequeña Silvia.
 - ¡Un oso que huele fatal! – gritaron las dos hermanas mayores  y corrieron a su habitación con mucho miedo. Silvia, la más cariñosa y educada,  se acercó y saludo a Miguel. Si  ese hombre que aprecia un oso era amigo de su padre, sabía que debía ser educada y simpática.

Esa semana Lorena y Andrea, eran muy maleducadas con Miguel, o nunca estaban en casa haciendo sus tareas o se escondían en su habitación, le trataban con desprecio y no hablaban nada con él .Silvia, como era tan cariñosa, empezó a pasar mucho tiempo con Miguel y poco a poco se fue enamorando de ese joven, aunque pareciese un oso, Miguel era una persona maravillosa y tenía unos ojos preciosos.

El último día que Miguel se quedaba en la casa, le agradeció a Tomás su hospitalidad sacando muchos puñados de monedas de su bolsillo. Y le regalo un collar precioso a Silvia, como señal de su amor por ella.  En menos de un año acabaría el pacto que hizo con el duende Rufis y regresaría a casa de Tomás y se casaría con su hija Silvia si ella seguía dispuesta y enamorada de él.

Y así fue, después de cuatro años Miguel volvió a ese árbol que había descansado y por arte de magia apareció Rufis saltando y riendo, estaba maravillado con lo valiente que había sido Miguel por aguantar cuatro años su pacto, y por ello y con un poco de magia, le devolvió su aspecto que tenía hace cuatro años.


Miguel volvió a ese pueblo tan pequeño donde vivía Tomás con sus hijas y su gran amor Silvia, para cumplir su deseo y promesa de casarse con ella. Cuando llego a la casa y llamo a la puerta y abrieron las dos hermanas mayores, la cuales se quedaron muy  alucinadas al ver a un chico tan atractivo. Miguel preguntó por Silvia. Ella bajo corriendo y reconoció esos ojos tan bonitos que hace menos de un año se enamoro de ellos. 

Después de meses, en una gran fiesta y con sus familias, Miguel y Silvia se casaron muy felices, cuando acabo la boda, estuvieron muchos meses viajando juntos y después de un año de viaje, acabaron viviendo en la casa que Miguel compró hace años,que lleno de dinero. Al cabo de unos años, llenaron la casa de hijos y terminaron siendo una familia muy feliz.

5 comentarios:

  1. ¡Hola marta!

    Lo primero de todo darte la enhorabuena por lo cambios y las aportaciones que has llevado a cabo en tu historia. Me ha gustado mucho que quitases lo religioso, porque como tu bien dices, en el aula nos podemos encontrar con niños de diferentes religiones o ateos. También me ha gustado que cambiases el diablo por un duende, ya que tiene cierta relación con las hadas y los mundos mágicos, tema que a estas edades les encanta y les llama mucho la atención.

    Pero sí que es verdad, que la lectura de tu adaptación me ha costado, desde el punto de vista de que había frases en las que repetías muchas veces la misma palabra o el modo de expresar tu idea, no se veía tan claro y resultaba lioso.

    Por ello, quiero darte algunas sugerencias, que pueden ayudarte en tu redacción. Para empezar, en la segunda línea repites en la misma frase el verbo “estaban”, y creo que cambiando el segundo “estaban” por un sinónimo como puede ser “se encontraban”, no quedaría tan repetitivo. En el segundo párrafo, te pasa algo parecido, repites varias veces la palabra “mucho”, además de que la manera en la que la expresas es muy liosa.

    Otro aspecto que queda raro en la expresión es cuando dices “extraño, muy extraño”, creo que con una sola mención es suficiente. También, cuando describes al duende, veo que está un poco desordenado, ya que comienzas hablando de un rasgo físico, como es la estatura, luego de su vestimenta, y por ultimo vuelves a los rasgos físicos.

    Un aspecto que queda extraño en tu expresión, es cuando Rufis habla del trato que va a establecer con Miguel, que dices “debes llevar mi abrigo de piel de oso,….”, yo en lugar de una coma pondría “y”. En cambio un poco más abajo donde pones “y a quien quieras”, suprimiría la “y” por un “o”.

    En el párrafo de abajo cuando dices “pero no será… “ y continuas poniendo “Rufis tenía …”, entre medias has puesto una coma, como continuación del dialogo, pero sobrentiendo que justo ahí empieza el narrador. Por ello, cambiaria la coma por un punto y aparte o un guion.

    Más abajo, donde hablas de lo que ocurre tras los 3 primeros años, cuando dices “cuando llegaba…” me falta una conjunción entre “nuevo” y “alguien”, ya que sin esa conjunción no se entiende del todo.

    Por último, decirte que durante toda la historia me ha parecido que has utilizado bien las descripciones de los hechos, pero en el último párrafo me ha resultado muy escueto.

    Estas son mis aportaciones, espero que te sirvan de ayuda.

    ResponderEliminar
  2. Hola Marta.
    Como ya te ha comentado también Paula, me parecido buena idea el suprimir el tema de la religión, yo ni había caído en el, pero también he de decir, que si trabajas en un colegio Privado, no deberías quitar el tema de la religión puesto que es un elemento clave en ellos.
    Estoy de acuerdo con Paula, pues a pesar de que me ha gustado tu adaptación, me ha resultado muy complicado de leer y a su vez entender.
    Paula ya te ha comentado algunos errores, pero otro de ellos lo he podido encontrar cuando dices Pero Miguel como era muy una buena persona... yo quitaría ese muy pues ahí no tiene ningún sentido y si lo quieres mantener, lo pondría detrás de una o directamente lo quitaría.
    también, cuando dices Y así fue, después de cuatro años Miguel volvió a ese árbol que descanso hace años... yo pondría Miguel volvió a ese árbol en el que descansó hace años porque ahora mismo según está parece que el que descansa es el árbol.
    te recomiendo revisar de nuevo la redacción entera, y verás como hay algunos párrafos que son difíciles de entender debido a la redacción.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, Marta... tus compañeras tienen razón, deberías revisar un poco la redacción y fijarte en algunas tildes que faltan.

    La adaptación y la explicación son buenas aunque no argumentas con fuentes fiables. El único problema de la adaptación es que tu personaje mágico no es un antagonista sino un ayudante. El demonio es malo y tu personaje mágico es bueno... y no hay castigo si no supera la prueba. Eso es lo único de la adaptación que debes revisar.

    ResponderEliminar